De la mano de su portavoz, Carlos Reinoso, la Alianza por la Competitividad de la Industria Española reclama desde NISE Sevilla 2025 una transición energética que sitúe a la industria en el centro, una política industrial estable, así como cooperación público-privada para liderar la descarbonización industrial
Sevilla, 3 de diciembre de 2025.- La Alianza por la Competitividad de la Industria Española ha participado en NISE Sevilla 2025, uno de los grandes foros industriales del Sur de Europa, en el que más de un centenar de líderes empresariales, institucionales y tecnológicos han analizado los desafíos y oportunidades de la nueva industria europea en torno a tres grandes ejes: nuevas oportunidades industriales, tecnologías de cero emisiones netas y soberanía estratégica europea.
De la mano de su portavoz, Carlos Reinoso, la Alianza, constituida por AICE (combustible), ANFAC (automoción), ASPAPEL (papel), FEIQUE (química y farmacia), FIAB (alimentación y bebidas), OFICEMEN (cemento), PRIMIGEA (materias primas minerales), SERNAUTO (componentes de automoción) y UNESID (siderurgia) y que representa al 60% del Producto Industrial Bruto de España, ha formado parte de una mesa de debate en torno a competitividad y modelos de negocio circulares, que contó también con la participación de portavoces de BIOCIRC, A3E y el Clúster Andaluz del Biometano, y que ha sido moderada por el viceconsejero Cristóbal Sánchez.
Durante su intervención, Carlos Reinoso subrayó que la descarbonización y la competitividad deben avanzar juntas, evitando que los costes regulatorios y energéticos erosionen la capacidad industrial de España. “La competitividad es una condición indispensable para alcanzar la neutralidad climática de forma sostenible, sin comprometer el bienestar económico y social”, afirmó.
“Para conseguirlo, es necesario un marco energético que se traduzca en precios asequibles, estables y predecibles que permitan a las empresas planificar inversiones a largo plazo y competir en igualdad de condiciones con otros bloques industriales”, afirmó el portavoz en nombre de la Alianza, entidad para la que, sin certidumbre, la transición corre el riesgo de frenar la inversión y la innovación.
España, potencial líder de la descarbonización en Europa
Siguiendo la ‘Brújula de la Competitividad’ de la Comisión Europea, la Alianza recordó que sin una industria fuerte no habrá liderazgo europeo en tecnologías limpias. “España debe situar a su tejido industrial en el núcleo de la transición, garantizando que las políticas energéticas y climáticas refuercen la base productiva”, afirmó Reinoso.
Así, desde Sevilla, la entidad defendió la necesidad de una política industrial europea que combine transición climática, autonomía estratégica y competitividad global. “Sin este equilibrio, se corre el riesgo de deslocalizaciones y pérdida de empleo cualificado”, advirtió Reinoso.
Impulsar modelos circulares y la eficiencia en el uso de recursos permitirá a España reducir su dependencia exterior, mejorar la resiliencia y generar nueva actividad industrial. En este sentido, la Alianza considera la circularidad no solo un reto ambiental, sino una oportunidad para reforzar la competitividad.
Con su potencial renovable, su tejido industrial y su capacidad de innovación, España puede y debe liderar la descarbonización industrial en Europa, convirtiendo la transición en una palanca de competitividad y empleo.







